El alma y yo

Seguramente todos nos hayamos preguntado alguna vez acerca del significado de nuestra existencia y de la función que desempeñamos aquí, pero nadie es capaz de resolver el enigma, son muchas las soluciones que se han intentado dar, pero ninguna presenta las evidencias suficientes para que pueda considerarse su validez. Estas teorías van desde que el ser humano tiene un origen divino que nos asemeja a los dioses, como se expresa en el mito de Adán y Eva o el de Prometeo y Pandora, hasta otras teorías que afirman la existencia de un alma inmortal que nos conecta con  otra vida y nos hace superiores al resto de criaturas. 
Partimos de la base de que somos capaces de pensar y por tanto racionales, sin embargo ninguno de todos los millones de humanos que han pasado por la tierra  ha sabido afirmar con certeza que hacemos aquí, esto prueba que al menos mientras estemos vivos no seremos capaces de hallar la verdad intrínseca de la vida, bien porque como decía Patón necesitamos desprendernos de el cuerpo material, es decir, morir, o bien porque no encontraremos jamás ninguna verdad y moriremos al igual que el resto de los animales, de forma mecánica, e iremos desapareciendo después progresivamente como algo material sin ningún alma. ¿Y qué es realmente el alma el que tanto hablamos? El alma no es algo material sino espiritual, y es este aspecto el que nos crea dudas sobre su existencia. Las personas somos por lo general incrédulas y rechazamos aquello que no somos capaces de percibir por los sentidos, solo nos fiamos de lo que podemos comprobar que existe, por ejemplo el cuerpo existe y nadie lo pone en duda porque  podemos verlo,  tocarlo, olerlo... pero el alma ni huele ni se le escucha ni se le ve y sabemos que muere porque deja de verse, de oler, de poder tocarse y desaparece. El alma es diferente, no podemos afirmar que existe, pero tampoco podemos afirmar que no existe porque nunca lo hemos visto. La única prueba que tenemos es que nos planteamos que hacemos aquí a diferencia del resto de seres vivos, y esto tiene que significar que nuestra vida no se basa simplemente en un proceso mecánico: a medida que crecemos vamos entendiendo progresivamente lo que nos rodea, tratamos de entenderlo todo, la curiosidad es una característica general humana y la vida es algo que también nos rodea, así que no iba a ser menos. Sabemos que si algo se cae al suelo es por la fuerza de la gravedad, pero, ¿para que hay gravedad y qué es?. Sabemos que si nos golpeamos nos duele, pero ¿por qué hay dolor y cuál es su finalidad? Conocemos muchas cosas pero desconocemos cuántas nos quedan por conocer y esto me hace dudar de que la muerte sea capaz de abrirnos los ojos que tanto tiempo teníamos cerrados, pero aún nos queda la esperanza que es lo que nos mantiene vivos a todos y no me refiero a nuestra vida física sino a nuestra parte espiritual, a la parte de nuestras ideas y pensamientos, es decir, ¿a nuestro alma?.

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